La sensación que te acompaña luego de que una chica -a punto de casarse- confíe en vos para hacer su queque de bodas es indescriptible… el mandarse y decir que “sí”, es indescriptible, tu cuerpo se inunda con adrenalina y te sentís tan especial como la novia misma. Desconozco si esta sensación acompaña a todos los pasteleros o si las mariposas en el estómago se superan con el tiempo y la experiencia. Lo único que puedo asegurar es que vas a querer dar lo mejor de vos.

El queque, luego de la novia, es quién llevará más miradas curiosas sobre sí. Hay muchos pasteles importantes en la vida: el quequito del baby shower, el pastel de quinceaños, el de los 30, los 50 aniversarios… sí, todos ellos son importantes. Pero ninguno se compara al queque de tu boda. Muchos años pasarán, muchos cumpleaños, postres y queques de supermercado, posiblemente olvidarás a la mayoría de ellos. Pero ninguno será tan especial como la tajada de queque que partiste junto a él (¡o junto a ella!).

En USA las “mesas dulces” se pusieron de moda desde años y es hasta hace relativamente poco que el trend llegó a Costa Rica. Existen cursos -para arriba y para abajo- en donde se enseña a elaborar mini postres, y todo me encanta, pero definitivamente los novios tendrán que dedicar un presupuesto gordito para poder deleitar a sus invitados con una gran variedad de postrecitos (macarons, mini-donas, cupcakes, crispy-squares, galletas, brownies, mini-cheesecakes, mini-operas, mini-tartaleras y demás). Mientras más variedad y colores abunden en la mesa mejor. De igual manera, el centro de la atención la seguirá tendiendo el queque de bodas.

Si ésta es la primera vez que realizarás un queque tan especial, te comparto unas cuantas cositas que aprendí:

1. Honestidad y practicidad

Tuve la gran suerte de que Melania quería una torre de cupcakes, llevo años horneando cupcakes así que perfecto: un queque de bodas no debería ser objeto de experimentos. Si te animas a decir que “sí” a un proyecto que nunca antes has hecho tienes dos opciones: 1. Practicarlo antes en una escala más pequeña (y así tienes una excusa para hacer una fiesta e invitar a tus amigos a un pedazo de pastel) o bien, 2. Morir de estrés un par de días antes.

Es preferible ser honesto con la novia y establecer expectativas claras de acuerdo a tus habilidades.

2. Comunicación con los novios

Escucha a los novios y qué tipo de boda están planeando: el tema, los colores, la ubicación del queque en la recepción (¿será a la interperie o en un salón, en hotel con aire acondicionado, o en un lugar abierto, será una recepción durante el día o bien en la noche, en qué mes del año? todos éstos detalles importan)… intenta captar qué es importante para ellos. Puedes explorar Pinterest con la novia o incluso hacerle un sketch con el diseño que tienes en mente. Ella te hará correcciones, te hará preguntas y vos podrás guiarla a la hora de elegir los materiales del pastel. Ambas están juntas en esta aventura.

3. Prepara todo lo que puedas con tiempo

Todo esto puede prepararse con semanas de anticipación: Flores de pasta de goma, Fondant, queque.

El queque puede hacerse con anticipación, una vez horneado -y mientras aún esté tibio- se envuelve bien en plástico adhesivo de cocina y se mete al congelador. Un día antes de montarlo se pasa al refrigerador y luego un par de horas antes de montarlo se saca del mismo. Debería mantenerse súper bien y conservarse fresquito. Los cupakes no, es mejor hacerlos máximo dos días antes… así máximo, un día antes es lo ideal.

El fondant también puede hacerse con anticipación, luego de realizado se hace una bolita, se cubre con Crisco y se envuelve en plástico adhesivo de cocina. Se guarda en un lugar fresco.

Las flores no solo se pueden hacer con anticipación, se deben hacer con tiempo. La pasta de goma casera tarda de 24 – 48 horas en secar bien, ellas se pueden pintar hasta que estén bien secas. Existen muchos tutoriales en Youtube que te mostrarán cómo hacer peonias, rosas, orquídeas, hortensias y demás. No te demores.

4. Cuenta con un equipo de trabajo como plan B.

Si de repente tienes un inconveniente y te ves abrumada con miles de cosas que completar, no lo hagas todo sola. Puedes enseñarle a tus papás, a tu novio/esposo o a tus hijos a hacer flores o alguna cosita que sea muy repetitiva y fácil. Si has llevado clases de decoración de queques ya habrás descubierto a chicas (os) súper talentosos con los que podrás repartir esfuerzos… ¡todo sea en pro de un evento exitoso!

Es sumamente difícil encontrar personas que tengan el mismo gusto que vos, así que si lo haces, comparte el éxito con ellos. No crees competencia, crea aliados.  En mi caso, quien me conoce sabe que no me dedico a hacer queques (tengo un trabajo de oficina entre semana) así que fue esencial contar con la ayuda de mi profesora –Ileana Oconitrillo– para poder completar todo a tiempo.

5. Logística.

La novia -o la maestra (o) de bodas- te debe de indicar la hora en la que se puede llegar a instalar el queque, asegúrate de ir con tiempo. Si estás empezando es posible que tengas que transportar el queque en tu carro, así que ve despacio.

Si has encargado flores para decorar la mesa del queque o la base acrílica para cupcakes, llama a la floristería para confirmar la hora en la que recogerás el encargo uno o dos días antes. No vaya a ser que se atrasen ¡y también te atrasen a vos!

Busca las cajas perfectas para transportar tu queque con anticipación, no vaya a ser que estés corriendo un día antes porque no venden cajas altas en las tiendas.

Los pisos del queque se pueden montar en el lugar de la recepción, crea una lista de las herramientas que necesitas, para que no se te olvide nada en la casa.

Finalmente, es posible que luego de tu primer trabajo ganes mucha perspectiva de los por menores al realizar un queque tan importante, eso es excelente. Luego de esta experiencia puedes darte cuenta de cómo cobrar mejor, de qué nececitas mejorar, o bien querrás -como yo- ¡asumir retos más grandes!

-Mau