Caminando por la feria me encontré con una enorme remolacha, curiosamente no es un vegetal que se me antoje frecuentemente, pero esta vez mis ojos titilaron al verla y así nomás, me enamoré.
Por lo general me topo con la remolacha en ensaladas rusas, bien bañadita en mayonesa, con apio y papas (acompañando un arrocito con pollo y frijoles molidos, ¿acaso sucede ésto en todas las casas?). La manera más simple y light de cocinarla es, quitarle las hojas y ponerla a hervir con un poquito de sal.
Caminando un poco más, volvió a suceder… pero esta vez con un jugoso ayote rico en betacaroteno, brillando casualmente bajo el tenue sol. Irresistible, no podía dejarlo allí. Así que simplemente lo traje a casa conmigo 🙂
Y es así como de repente terminé con dos grandes vegetales en mi cocina, listos para ser aprovechados al máximo. No quería que pasaran días en el refrigerador para luego ponerse malos, así que decidí hacer un par de deliciosas cremas.
La crema de ayote es simplemente reconfortante y por el otro lado, no recuerdo haber probado una de remolacha, ¡así que no hay nada que perder!
Primero lo primero, partimos tanto el ayote como la remolacha en tronquitos medianos y los ponemos en dos ollas distintas. Agregamos apio, ajos, cebollas, chile dulce, culantro, pimienta, sal y una zanahoria extra en la olla que contiene el ayote. No olvidemos el agua, agregar hasta que cubra marginalmente los vegetales.
Hervir por aproximadamente 45 minutos. Una vez que podamos atravesar tanto la remolacha como el ayote con un cuchillo filoso -sin dificultad alguna- retiramos del fuego.
Se quita el exceso de agua y se agrega todo a la batidora.
Ambas mezclas se ponen a fuego lento 40 minutos. Agregue sal, pimienta y queso mascarpone al gusto. El único consejo es cubrir las ollas con su tapa, ya que cuando suba la temperatura es posible que salpique un poco.
Una vez que ambas cremas estén listas, dejar enfriar antes de empacar en recipientes de vidrio.
Las hojas de la remolacha también se pueden utilizar y son súper ricas, eso sí, son levemente amargas. Si hablamos de aprovechar los vegetales al máximo, puedo asegurar que le dan un buen balance a las ensaladas o bien a un sofrito con pollo.
Estas cremas son tan ricas que pueden comerse así solitas. También pueden utilizarse como una salsa espesa sobre su pasta favorita, o bien con arrocito fresco. ¿No se les hace la boca agua?
Dato curioso: La remolacha no es sólo rica en azúcar, también es utilizada como colorante en productos comestibles, ya que contiene pigmentos (la betacianina y la betaxantina) que son indigeribles pero atóxicos. Por eso tiñe la orina de color rojizo. ¡Gracias Wikipedia!
-Mau