1,2,3. La masa más fácil del mundo, realmente no se requiere de talento para hacerla y es simplemente deliciosa para cualquier tartaleta. De fijo hay masas más sofísticadas (que por supuesto luego investigaré), pero hoy debo de llevar un postre a una fiesta y realmente no tengo mucho tiempo. Así que además de fácil y deliciosa, la receta del 1,2,3 es una “salvatandas”.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- 1 taza de azúcar
- 2 barras de mantequilla
- 3 tazas de harina
- 1/2 taza de agua bien fría.
Los 3 primeros ingredientes se revuelven en la batidora con la paleta normal plana y de último se incorpora la media taza de agua bien fría, a partir de aquí se utiliza el batidor en forma de gancho. Una vez que todo se apelota se saca y se pone en una superficie plana en donde se pueda amasar. La masa se envuelve en plástico adhesivo de cocina y se mete en la refrigeradora por 1 hora.
Mientras dejamos la masa reposar en la refri, podemos dedicarnos a elaborar la jalea con los bellos arándanos rojos.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO
- 350g de arándonos rojos sin semilla
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharadita vainilla
- 1 cucharada de rayadura de limón o bien de naranja.
Todos los ingredientes anteriores se ponen en una ollita de aluminio a fuego lento hasta que los arándanos rojos hayan decaído o incluso: ¡explotado! Mis arándanos estuvieron en fuego lento aproximadamente 10-15 minutos. Luego se retiran del fuego y se dejan reposar.
ENSAMBLAJE
Se saca la masa del refri y se amasa hasta que se suavice. Con un rodillo enharinado extiéndala, vamos a necesitar que esté delgada. Se engrasa su molde favorito, y se cubre con la masa (para este tipo de postres prefiero los desplegables, pero los más populares y bonitos son los de vidrio).
Luego de extender la masa, se le agrega el relleno de arándanos y se decora al gusto.
Se hornea por 40 minutos con el horno en 375°F… ¡y listo!
Déjelo reposar fuera de la refri en un lugar fresco.
El pie de cranberries no es 100% dulce, tiene un poco de amargura en él. Sabe más rico cuando se acompaña con helados de vainilla. Nada como un postre con frutillas silvestres (berries en todas sus formas y colores) son una inspiración. ¡Un regalo de la naturaleza!
-Mau